SUSPENSO DEL CONGRESO


Artículo publicado en la edición digital del periódico ABC el 4 de marzo de 2013:

Uno de cada siete habitantes del planeta se acuesta a diario hambriento. Mientras, tras los leones del Congreso de los Diputados se«mira hacia otro lado». Es la conclusión a la que ha llegado el Centro de Investigación y Estudios sobre Comercio y Desarrollo de la Fundación Salvador Soler-Mundo Justo, tras el análisis de la actividad parlamentaria en 2012.

Menos del 4 por ciento de toda la actividad parlamentaria en 2012 estaba destinado a políticas sobre pobreza y desarrollo. Así se extrae del informe «Proyecto Avizor», que vigila las áreas de la actividad parlamentaria española que se relacionan con el desarrollo —comercio internacional, fiscalidad, migraciones, política energética, cooperación al desarrollo…—. 

Los resultados del estudio son un «suspenso» para nuestro diputados y grupos parlamentarios. Y un diagnóstico: concluyen que en todas las iniciativas emprendidas «prevalece un enfoque poco o nada dirigido a la promoción de un sistema internacional más justo, sostenible y equilibrado».
El Proyecto Avizor defiende que el Congreso de los Diputados es clave a la hora de decidir cuáles son de las prioridades políticas de España, entre las que debería encontrarse la lucha contra la pobreza.
A lo largo del primer año de esta legislatura ha habido más de 600 actos parlamentarios con impacto —real o potencial— en el desarrollo internacional y en erradicar el hambre del mundo. Pero casi tres de cada cuatro de estas iniciativas parlamentarias ignoran su repercusión sobre terceros países. O directamente plantean opciones políticas cuyo impacto sería negativo. 

Menos de la mitad de Sus Señorías han participado en alguna iniciativa parlamentaria que sea importante para el desarrollo, a pesar de que un 95 por ciento de ellos pertenecen a alguna de las Comisiones en las que se tratan estos temas. El porcentaje se desploma a tan sólo dos de cada diez si lo que se busca son diputados que hayan aportado una perspectiva sensible con el impacto de las políticas españolas en la lucha contra la pobreza y el desarrollo: solamente 79 diputados han presentado algún acto parlamentario que el «Proyecto Avizor» considere que tiene una visión prodesarrollo. 

Lo mismo ocurre con las iniciativas de los Grupos Parlamentarios, que casi en todos los casos obvian esta dimensión. El informe destaca negativamente al Grupo Popular y, en menor medida, al Grupo Socialista, que son los que tienen mayor representación. En sentido positivo destaca el Grupo Izquierda Plural.

El informe asume que «la defensa de los intereses nacionales» es la constante de las políticas del Congreso «en el actual contexto de crisis», algo que no parece extraña dado el aumento de la pobreza dentro de nuestras propias fronteras. Sin embargo, critica fuertemente la «falta de coherencia interna» entre las posiciones políticas defendidas por diferentes Comisiones sobre una misma temática.

Como ejemplo sitúa la energía sostenible, defendida en la Comisión de cooperación —aprobó una Proposición No de Ley sobre el impulso del acceso universal a la energía sostenible que incluía criterios de sostenibilidad medioambiental— y rechazada tanto en la Comisión de Industria, Energía y Turismo como en el Pleno del Congreso, donde han sido rechazadas todas las iniciativas relacionadas con la reducción de emisiones y el fomento de energías renovables en España, según apunta el informe.

Otras de las principales críticas de «Proyecto Avizor» son las ausencias. Tanto o más grave es para el proyecto la incoherencia o falta de sensibilidad al tratar temática relevante para el desarrollo como que haga invisibles algunas de ellas. El informe denuncia la exsitencia de asuntos que o no se han abordado, o no han tenido una cobertura parlamentaria acorde con su trascendencia en términos de desarrollo. Pone de ejemplos la crisis humanitaria del Sahel, que sólo ha sido tratada en dos ocasiones, o la situación de Mali y Haití, a su juicio también ignoradas o tratadas «tangencialmente».

Pero como no hay regla sin excepción, el «brote verde» —nunca mejor dicho— que «Proyecto Avizor» ha encontrado entre los diputados es la parlamentaria de IU-ICV, Laia Ortiz, a la que van a distinguir por su trabajo con un premio. Según informa Ep, Proyecto Avizor quiere reconocer el esfuerzo de ese «pequeño grupo», al que pertenece Laia, que intenta «impedir que la maquinaria política en el Congreso y en sus partidos ahogue su iniciativa individual». De ella destacan su labor en los ámbitos de la Política Climática y Energética y de la Cooperación al Desarrollo.